Murano, la Isla del Vidrio en Venecia

Si visitas Venecia puedes ir a una gran cantidad de islas que están cerca, incluyendo Murano, Burano y Torcello. Nos quedamos en un hotel en Venecia que estaba ubicado cerca de la estación San Zaccaria. Para movilizarte por Venecia debes tomar taxis acuáticos llamados vaporettos. Lo más fácil es comprar un pase por los días que estes visitando. La línea 4.2 te lleva a Murano en cuestión de 40 minutos (son muy lentos estos botes).

Lo bueno es que el paseo es hermoso, e interesante. Vas a pasar frente a la isla Cementerio de San Michele llamada por el monasterio que solía existir hasta que fue cerrado por los franceses bajo el mandato de Napoleón. En 1807 pasó a ser el sitio donde enterraban a los residentes, ya que era antihigiénico enterrarlos en las islas principales.

En la isla de Murano hay varias paradas de vaporetto, todas bastante cerca. Creo que la idea de tener muchas es poder separar a los turistas para que no bloqueen el paso. Nosotros nos bajamos en la primera parada y empezamos nuestro recorrido.

Historia de Murano

Murano no es una isla, sino una colección de siete islas conectadas por puentes que cruzan ocho canales. Es similar a Venecia en estructura, solo que más chica y con canales más anchos.

Su historia es igual de antigua que la de Venecia, siendo habitada desde el periodo romano. Fue fundada entre el siglo quinto y séptimo. La isla sirvió como un refugio para los Hunos, Godos y Lombardos, que llegaban escapando la invasión Germánica después de la caída del Imperio Romano.

Originalmente, las islas se desarrollaron como un puerto de pesca y producían sal. Murano tenía más autonomía que las otras islas y tenía sus propias monedas.

Los orígenes del vidrio

La producción de vidrio data desde el siglo diez en Venecia. Pero en esos tiempos, Venecia era una ciudad repleta de edificios y muchos eran de madera. El gobierno reconoció el peligro que producían los hornos abiertos necesarios para hacer el vidrio, ya que un fuego de esa magnitud hubiese destruido toda la ciudad.

En 1291, pasaron un decreto que todos los productores de vidrio debían mudarse a Murano. La industria prosperó a medida que empezaron a exportar y la reputación de calidad creció. Al principio, la isla producía más que todo perlas de vidrio y espejos (eran los únicos que sabían como hacerlos). Los paneles de vidrio para ventanas hechos en la isla eran los más grandes y transparentes de toda Europa. Luego empezaron a producir candelabros.

Por supuesto, todos querían el famoso cristal, incluyendo los palacios y las mansiones europeas. Los artesanos tenían beneficios que no tenían las otras personas, incluyendo impunidad y el derecho a usar espada. Para el siglo catorce, las hijas de los fabricantes de vidrio podían casarse con las familias adineradas de Venecia.

Para mantener el monopolio, se decidió que ninguno de los fabricantes podía mudarse de Murano. No querían que se conocieran los secretos de las técnicas creadas en este lugar. Pero fue inevitable, entre el siglo dieciséis y dieciocho, la industria del vidrio se desarrollo en Europa y empezaron a llegar piezas del Lejano Oriente.

Esto causó que perdiera su importancia y que muchas fábricas cerraran. 30,000 personas vivían en Murano en el siglo dieciséis. En la actualidad, viven unas 6,966 y reciben unos cinco millones de turistas.

Turismo revivió la practica

Al final del siglo diecinueve y principio del siglo veinte, Murano empezó a revivir. Fabricas nuevas abrieron y regresaron las buenas fortunas. 700 años de historia haciendo piezas únicas de cristal es algo de interés turístico. Algunas fabricas ofrecen tours gratis incluyendo transporte pero puede ser algo intenso. Es mejor ir por tu cuenta y visitar la fabrica que desees.

Nosotros no tuvimos la oportunidad de ir a ninguna fábrica porque cerraban temprano ya que aún no era temporada turística. Si vas en agosto vas a correr la misma suerte; las fábricas cierran por el calor. Nos toco un día bastante gris, lluvioso y hasta nos cayó granizo. De igual formas aprovechamos para pasear por la isla.

Si compras cristal de Murano debes tener bastante cuidado, ya que muchas piezas aún en Murano, son imitaciones chinas. Puedes exigir un certificado de autenticidad, investigar el artista o revisar los precios; si es muy barato, definitivamente que no es de Murano. Nosotros entramos a curiosear a algunos estudios y teníamos miedo de escuchar la respuesta cada vez que preguntábamos que cuanto costaba.

Al final compre un imán en forma de estrella y un recipiente redondo con bomba para rociar perfume, al estilo del tiempo de la abuela. Ambas piezas estaban hechas con una técnica que se llama ‘millefiori’ que significa miles de flores. Contiene múltiples capas de pasta de vidrio semilíquida aplicadas una sobre otra alrededor de la varilla cilíndrica. Cuando se funden y se soplan juntas crean formas florales hermosas.

El canal principal a lo largo se llama ‘Fondamenta dei Vetrai’ y está lleno de tiendas a ambos lados. Puedes entrar y ver las coloridas piezas. La otra alternativa es ir directo donde algún artista.

¿Qué ver en Murano?

Bajándote en la primera parada vas a ver el Hotel LeGare que es parte de la cadena Sofitel. Nos encantó sus lamparas que parecían estar bailando.

De allí puedes caminar hasta que veas el Museo del Vetro Murano. Este museo fue fundado en 1861 en el antiguo palacio de los obispos de Torcello. El museo tiene piezas que van desde los egipcios a la era actual. Hace unos 5,000 años se inventó el vidrio probablemente en Egipto y la técnica de soplar el vidrio fue inventada en Babilonia.

El edificio más importante es la basílica de los Santos Maria e Donato. Originalmente construida en el siglo siete pero fue reconstruida varias veces y lo que puedes ver actualmente data del siglo trece. El mosaico de la Virgen Maria en un fondo de oro es de estilo Bizantino y data de esa era, al igual que el piso. Se dice que esta iglesia tiene los huesos del dragón asesinado por San Donato en el siglo cuarto.

Otro edificio impresionante es el ‘Palazzo Da Mula’ construido en el siglo trece. Este edificio municipal es el único recuerdo en Murano de la arquitectura gótica popular de Venecia en esa era.

Obras de cristal en Murano

Seguimos por las calles y cruzamos a la otra zona donde esta el Campo Santo Stefano. En esta plaza vas a ver la Torre dell’Orologio (torre del reloj) construida en el siglo diecinueve. Justo frente a la torre hay una gigante estrella azul hecha de cristal de Murano por el artista, Simone Cenedese. Su obra se llama ‘Comet Glass Star’ y fue hecha para celebrar Navidad en el 2007. Junto a la obra hay una placa que dice “hay una parte de mí en cada pieza mía, hay fragmentos de estrellas diseminados por todo el universo”.

Puedes caminar hasta el final para llegar al Faro di Murano de 35 metros (115 pies) que fue construido en los 1930s de piedra de Istria. Sirvió con gas hasta los 1960s. En esa zona hay una escultura bonita con patos y una parada de vaporetto. Para ir a Burano debes tomar el vaporetto desde esta parada.

Si deseas pasar más tiempo en Murano puedes quedarte en unos de los hoteles que salen en Booking.

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